Aspecto mucoso-espumoso, hongo mucilaginoso, que en su fase plasmodial goza de movimiento ameboideo, con desplazamiento propio. Adopta la forma de masa ameboide (plasmodio), de hasta 10-15 largo (puede no ser circular). Los cuerpos fructíferos (etalios), carecen de pie, son relativamente grandes, con forma redondeada. Tras germinar las esporas, se van formando células ameboides que al acabar fusionándose, originan un zigoto, que tras sucesivas divisiones nucleares, llega a formar dicho plasmodio, que va reptando por el sustrato, dejando un rastro blanco (hipotalo). Coloración variable, desde amarillo intenso de adulta, al blanco, crema, pardo, … . Consistencia semilíquida, su mancha desaparece al secarse. El grueso peridio está sustentado por nódulos calcáreos o fibras ramificadas, que sirve de soporte a la masa esporal oscura, que alberga en su interior. Esporada negruzca, esporas esféricas, verrugosas.

El MUCILAGO CRUSTACEA es de color blanco y aparece suspendido en ramas y tallos.

Parasita tocones de árboles cortados, hojarasca, musgo y otros restos vegetales que alberga el suelo. Muy común, pero el calentamiento global podría afectarle negativamente.

Todo el año, sobre todo Primavera a Otoño. Al descomponer la madera, contribuye a una positiva regeneración del bosque. El atractivo color atrae a insectos voladores, que diseminan las esporas.

Sin ser tóxica, carece de valor gastronómico.