Talla media hasta 7, con cutícula de tonos pardos, adornada en el centro con escamillas fibrosas más oscuras. Láminas prietas, con lamélulas, blanquecinas de joven y al final crema y concoloras con el sombrero. Pie cilíndrico, no separable, abulbado en la base, blanquecino o pardo-amarillento, base marrón (reflejos verdosos). Anillo apical superior, irregular, aracnoide. Carne blanca. Esporas blancas.

La A. MELLEA es de monocolor miel-amarillento. No confundirla con otras armillarias: OBSCURA, OSTOYAE Y POLYMYCES.

Bosques caducifolios, robledales preferentemente. Aunque parezca que crece sobre el suelo o en claros del bosque, en realidad lo hace sobre raíces o bases de troncos.

Verano-Otoño. Nociva en silvicultura porque ataca al árbol desde la raíz, pero los ecólogos lo consideran como un medio de regeneración del bosque.

Desechar el pie y cocinarla largo tiempo, si no, es muy amarga y suele producir síndrome de intolerancia. En crudo, el mordisquito inicial parece dulce y agradable, pero enseguida hace reacción química con la saliva y se vuelve amarga y desagradable.

Foto: Luis Rubio Casas. www.socmicolmadrid.org